Grup d´Analisi Barcelona

Pioneros: S. Freud

 “Grupos Freudianos” de Juan y Hanne Campos

Introducción por Hanne Campos

“Grupos Freudianos” es un capítulo del libro sin publicar sobre el “Método Grupal de Análisis”, que contempla las raíces del grupoanálisis desde el desarrollo histórico del psicoanálisis, su autor y sus pioneros.

Juan Campos cita a Freud diciendo: “La teoría psicoanalítica es una tentativa de hacer comprensible dos hechos, la transferencia y la resistencia, que surgen de un modo singular e inesperado al intentar referir los síntomas patológicos de un neurótico a sus fuentes en la vida del mismo. Toda investigación que reconozca estos dos hechos y los tome como punto de partida de su labor podrá ser denominada psicoanálisis aún cuando llegue a resultados distintos de los míos.” El mensaje de este capítulo es que las investigaciones grupoanalíticas se encuentran con estos mismos dos hechos. S. H. Foulkes consideraba que lo reprimido en el grupo, el inconsciente social reprimido es aquello que no puede ser dicho. Una de las cosas no dichas o reprimidas en psicoanálisis es la relación de Freud con Fliess, quien le sirvió de alter ego o “analista” durante los años de su así llamado autoanálisis y de corrector en la redacción de La Interpretación de los Sueños. Es fascinante cómo Freud deniega una y otra vez esta relación hablando de su “aislamiento espléndido” aunque da cuenta a Fliess de su autoanálisis desde 1897; y su correspondencia se extiende de 1887 a 1904. El final de la relación queda marcado por un trabajo de Freud sobre “Olvidar y reprimir” que nunca se llegó a publicar. Aparte de otras relaciones de a dos —Breuer, Charcot, Jung— que esperan consideración, se reincide en la imposibilidad del autoanálisis y el hecho que el análisis siempre se da en un contexto social, con sus represiones y transferencias.

En cuanto a la cuestión de transferencia, este trabajo muestra la complejidad de la situación analítica cuando las identificaciones se dan no solamente con la autoridad o el maestro, sino también con las teorías, lo escrito y los diversos grupos en juego. Juan Campos nos lleva de la identificación con el grupo de científicos del laboratorio de fisiología de Brücke, que para Freud se convierte en el modelo ideal de lo que deba ser un grupo científico, a la identificación con su maestro clínico, Charcot. Describe las transferencias e identificaciones en el grupo de Viena y sus cambios, más tarde en competencia con el grupo de Zürich. De paso dibuja delante nuestros ojos un fascinante  cuadro de la psiquiatría y el psicoanálisis en Europa —Zürich, Viena, Berlín— y Estados Unidos a principios del siglo pasado, las relaciones entre clínica y academia y, una vez más, lo que se ignora y de este modo se niega y se reprime de un contexto y de otro.

Este capítulo de “Los grupos freudianos” termina a bordo del buque George Washington, navío que trae a Estados Unidos a Freud, Ferenczi y Jung, enlazando con el próximo capítulo sobre el pionero del grupoanálisis, Trigant Burrow, quien un año más tarde, en 1910, se traslada con mujer y dos hijos pequeños a Europa a analizarse con Jung.